LAS ENERGIAS RENOVABLES. LA ENERGIA EOLICA
(conferencia pronunciada en la Real Academia de las Ciencias, Artes y Letras de San Romualdo)
Entre todas las energías que llamamos renovables la que ha iniciado un mayor desarrollo y posee las mejores expectativas de competitividad energética es la eólica.
La industria de la energía eólica comenzó en 1979 con la producción en serie pequeñas turbinas de viento con capacidades de 20 a 30 kW cada una., desde entonces, la talla de las turbinas ha crecido enormemente, y la producción se ha expandido a muchos países con el desarrollo de las primeras generaciones de generadores eólicos.
Hoy en día los aerogeneradores son capaces de transformar la energía eólica en energía mecánica de rotación utilizable. Debido a la variabilidad del viento, la energía eólica no puede utilizarse como única fuente de energía eléctrica necesitando el apoyo de las energías convencionales (centrales o de ciclo combinado).
Debe tenerse en cuenta que cuando funcionan en combinación con los parques cólicos las centrales de carbón no pueden trabajar a su rendimiento óptimo, 90% de su potencia, funcionando en condiciones de bajo rendimiento para poder subir sustancialmente su producción en el momento en que disminuya el viento, consumiendo más combustible por kw/h producido y desgastando más la maquinaría. En España se trata de solucionar este problema mediante su interconexión con el sistema europeo como colchón de la variabilidad eólica.
Para calcular el coste de la energía producida en instalaciones eólicas deben tenerse en cuenta diversos factores tales como la vida útil de la instalación (aproximadamente 20 años), la amortización, los costos financieros y de mantenimiento estimados entre el 1 y el 3% de la inversión.
En términos generales la variabilidad en la producción de energía eólica tiene varios inconvenientes relacionados con el hecho de que para enviar a la red la electricidad producida en cada parque eólico (que suelen estar situados además en parajes naturales apartados) es necesario construir unas líneas de alta tensión que sean capaces de conducir el máximo de electricidad que sea capaz de producir la instalación. Sin embargo, dado que la tensión generada es mucho más baja que en la red de alta tensión los cables tienen que ser 4 veces más gruesos, y las torres más altas, para acomodar correctamente los picos de viento.
Además de la evidente necesidad de una velocidad mínima en el viento para poder mover las aspas, existe también una limitación superior. En el caso de que una máquina estuviera generando al máximo de su potencia, y un aumento del viento sobrepasara las especificaciones del aerogenerador, este debe inmediatamente desconectarse de la red o cambiar la inclinación de las aspas para que dejen de girar, puesto que con viento a altas velocidades la estructura puede resultar dañada por los esfuerzos que aparecen en el eje.
La consecuencia inmediata es un descenso evidente de la producción eléctrica, a pesar de haber viento en abundancia, y otro factor más de incertidumbre a la hora de contar con esta energía en la red eléctrica de consumo.
Este hecho genera reticencias sobre los parques cólicos debido a que su funcionamiento se combina con centrales térmicas, lo que hace que realmente sólo se ahorre en parte las emisiones de dióxido de carbono.
No obstante, hay que tener en cuenta que ninguna forma de producción de energía tiene el potencial de cubrir toda la demanda y la producción energética basada en renovables es menos contaminante, por lo que su aportación a la red eléctrica es netamente positiva.
Un curioso, y quizás poco justificado rechazo social a este tipo de energía, se debe a que las hélices rotatorias es el efecto negativo sobre el paisaje al generar ruido y suponer una cierta amenaza en las rutas de las aves migratorias, o zonas donde las aves aprovechan vientos de ladera, lo que hace que entren en conflicto los aerogeneradores con aves y murciélagos.
A este aspecto hay que añadir en el caso de aerogeneradores marinos el rechazo que se produce en los ambientes pesqueros debido al temor que los ruidos de baja frecuencia de los aerogeneradores ahuyenten los peces de sus hábitats usuales o cambien la ruta de algunas migraciones, como puede ser el caso de los túnidos en el sur atlántico de la península.
En general se trata de una tecnología en desarrollo que con el tiempo mejorara su competitividad con la incorporación de nuevos diseños. Consecuentemente parece lógico esperar al desarrollo de la tecnología con carácter previo a la inversión en grandes parques que potencialmente quedaran obsoletos a plazo corto o medio El mismo comentario es aplicable a los parques solares, especialmente fotovoltaicos, donde grandes inversiones pueden quedar obsoletas con nuevos diseños actualmente en desarrollo buscando mejorar la competitividad de los problemas energéticos basados en las energías llamadas renovables. Considerando que en el concepto de renovable se deberían también incluir los reactores rápidos que producen plutonio a partir del uranio natura, combustible de otras centrales, renovando de esta forma la oferta energética.
