“Todo incluido”. Dos palabras que suenan como música para cualquier viajero. Un solo precio, y ya estás listo para zarpar. Comida, bebida, actividades, entretenimiento, alojamiento… ¿Qué más se puede pedir?
Pero si alguna vez has viajado en crucero, o has intentado reservar uno, sabrás que la realidad no siempre es tan clara. “Todo incluido” puede significar muchas cosas… ¡y no todas coinciden con lo que imaginas!
En el mar, esa promesa se convierte en una ecuación variable. Lo que una naviera considera incluido, otra lo reserva solo para ciertas categorías. Lo que tú das por hecho (¿una copa de vino?, ¿el Wi-Fi?, ¿una cena especial?), puede no estar contemplado en la tarifa estándar.
Por eso, este artículo no es solo una guía: es una brújula para que navegues con información precisa. Vamos a explicarte qué incluye realmente un crucero todo incluido, qué queda fuera, cómo varía según la naviera y qué debes tener en cuenta para evitar sorpresas.
Y como en SoloCruceros.com llevamos más de 30 años ayudando a nuestros viajeros a elegir bien, aquí va toda nuestra experiencia… ¡sin letra pequeña!

¿Qué significa “todo incluido” cuando viajamos en crucero?
Un crucero es, para muchos, la forma más completa de viajar: ves múltiples destinos sin deshacer la maleta, disfrutas del mar como horizonte, y todo parece estar resuelto desde el primer día.
Pero tras esa imagen idílica, buffets interminables, cócteles al atardecer, espectáculos diarios, se esconde una pregunta fundamental: ¿qué está realmente incluido en lo que pagas?
¿Qué suele incluir la tarifa estándar?
La mayoría de cruceros, incluso los más económicos, ofrecen un paquete básico muy digno. Cuándo reservas una tarifa estándar, normalmente puedes contar con:
- Alojamiento en camarote (interior, exterior, balcón, suite…)
- Comidas principales: desayuno, almuerzo y cena en los restaurantes incluidos que, en muchos casos, es un amplio y variado buffet
- Acceso a instalaciones como piscinas, jacuzzis, gimnasio, bares (sin consumo), casino etc.
- En muchas navieras los espectáculos y entretenimiento diario están incluidos: música en vivo, shows, animación, concursos
- Actividades para todas las edades, incluyendo clubes infantiles en navieras familiares
Este “mínimo garantizado” ya te permite tener unas vacaciones completas. Pero si quieres elevar la experiencia con un buen vino, conexión a internet, una cena gourmet o un masaje relajante… la historia cambia.

¿Qué no está incluido normalmente?
A continuación, lo que más frecuentemente queda fuera del “todo incluido”, a menos que contrates un paquete específico o viajes con una naviera de lujo:
- Bebidas alcohólicas y refrescos: salvo agua, café o zumo en desayuno, el resto se paga aparte
- Cócteles, cafés especiales, batidos o snacks entre horas
- Restaurantes de especialidad: como sushi, steakhouse, teppanyaki, mariscos, etc.
- Wi-Fi o internet satelital: limitado, lento y casi nunca gratuito, excepto en barcos de lujo
- Excursiones en tierra organizadas por la naviera
- Propinas o tasas de servicio (generalmente entre 10€ y 20€ por persona y día)
- Spa, tratamientos, peluquería, barbería o servicios médicos
- Clases o experiencias premium (catas, talleres, etc.)
- Servicio de habitaciones 24 h, salvo en suites o navieras de alta gama
- Fotos profesionales a bordo
Estas prestaciones pueden disfrutarse sin problema… pero todas tienen coste. Por eso es clave saber qué incluye tu tarifa desde el principio, para que tu presupuesto no naufrague a mitad de travesía.

¿Por qué hay tanta diferencia entre navieras?
Porque el “todo incluido” es un concepto relativo. Cada naviera lo interpreta a su manera y lo integra según su posicionamiento de marca. Vamos a comparar los tres niveles más comunes:
Navieras populares: lo esencial está cubierto
Estas navieras son ideales para quienes buscan precios accesibles. Ofrecen un producto atractivo: grandes barcos, actividades para todos, buen entretenimiento y una experiencia segura. Pero los extras, bebidas, internet, cenas especiales, se pagan aparte.
MSC Cruceros, por ejemplo, permite elegir entre experiencias Bella, Fantastica, Aurea o Yacht Club. Las tres primeras son tarifas crecientes en beneficios… pero solo Yacht Club puede considerarse “todo incluido”: bebidas, Wi-Fi, restaurante privado, servicio de mayordomo y acceso exclusivo.
Costa Cruceros incluye lo esencial en su tarifa base: alojamiento, comidas principales y entretenimiento. Las bebidas, excursiones, Wi-Fi y propinas no están incluidas por defecto, aunque la naviera lanza promociones regulares con paquetes “All Inclusive” que permiten añadir el paquete de bebidas My Drinks o mejoras como embarque prioritario o camarotes superiores. Sin embargo, incluso estas ofertas requieren atención al detalle, ya que las excursiones y otros extras siguen siendo opcionales, y las propinas se suelen abonar aparte.
Por su parte, Norwegian Cruise Line (NCL) ofrece una propuesta algo diferente: su concepto Free at Sea permite al viajero personalizar su experiencia al añadir, por un coste adicional, hasta cinco beneficios, como paquete de bebidas, Wi-Fi, cenas de especialidad, descuentos en excursiones y un segundo huésped con tarifa reducida. Sin estos extras, la tarifa básica incluye lo esencial, pero no se considera “todo incluido”.
Celestyal Cruises, especializada en itinerarios por Grecia y el Mediterráneo oriental, sí incluye más en su tarifa base que otras navieras populares: pensión completa, bebidas estándar, algunas excursiones seleccionadas y propinas. No es una naviera de lujo, pero su política más integradora la convierte en una opción atractiva para quienes buscan control de gastos sin perder autenticidad.

Navieras premium: todo depende del paquete
Aquí encontramos un equilibrio perfecto entre calidad, confort y precio. Estas navieras ofrecen barcos más tranquilos, gastronomía más elaborada, camarotes más amplios y mejor atención. Así, el concepto “todo incluido” no viene por defecto, pero puedes contratar paquetes que lo acercan mucho. Son ideales para quienes desean comodidad sin llegar al lujo absoluto. Si te gusta disfrutar de un cóctel sin mirar el precio, o cenar bien cada noche, pagar un poco más por adelantado puede valer mucho la pena. ¡Repasamos algunas de las mejores navieras!
La naviera Princess Cruises su paquete Princess Plus incluye bebidas, Wi-Fi y propinas. La opción Princess Premier añade cenas de especialidad, fotografías, bebidas premium y conexión mejorada.
Celebrity Cruises, por otro lado, tiene una tarifa All Included que incorpora propinas, Wi-Fi estándar y un paquete de bebidas clásicas, siendo una de las propuestas más claras del segmento.
Holland America Line dispone del programa Have It All, puedes incluir bebidas, Wi-Fi, propinas y una excursión de costa por persona, ajustando así la experiencia a un formato casi todo incluido, sin perder flexibilidad.
Virgin Voyages, dirigida exclusivamente a un público adulto, ofrece una tarifa base bastante completa: incluye Wi-Fi, todas las propinas, más de 20 opciones gastronómicas y clases de fitness. Las bebidas alcohólicas y excursiones no están incluidas, pero el nivel de servicios incluidos la posiciona como una de las más generosas en su categoría.
Estas opciones son ideales para viajeros que desean comodidad sin llegar al lujo absoluto. Si te gusta disfrutar de un cóctel sin mirar el precio, o cenar bien cada noche, pagar un poco más por adelantado puede valer mucho la pena.

Navieras de lujo: aquí sí es “todo incluido”
Las navieras de lujo, como Silversea Cruises, Seabourn, Regent Seven Seas, Oceania Cruises y Explora Cruises, entre otras, ofrecen experiencias donde todo, o casi todo, está cubierto.
En su tarifa solemos encontrar incluido:
- Bebidas premium ilimitadas
- Propinas
- Excursiones en tierra
- Restaurantes de especialidad
- Servicio de habitaciones
- Wi-Fi
- Mayordomo
- Alta gastronomía, vinos seleccionados, cenas exclusivas
- Ambiente relajado, sin masificaciones, con trato excepcional
En Silversea, por ejemplo, incluso las excursiones están incluidas, así como los traslados desde el aeropuerto. El viaje empieza antes de embarcar.
Este tipo de cruceros es perfecto para quienes valoran la tranquilidad de saber que todo está resuelto. No es solo lujo, ¡es paz mental!

Entonces, ¿qué pasa con las excursiones?
Como habrás podido ver, en la mayoría de cruceros, tanto populares como premium, las excursiones no están incluidas. Debes contratarlas aparte, ya sea con la naviera o por libre.
Los precios oscilan entre 40 y 150 € por persona y por excursión, dependiendo del destino.
En cambio, en los cruceros de lujo, las excursiones suelen estar incluidas. Por ejemplo, Regent Seven Seas las integra sin coste adicional, así como el transporte desde el barco.
¿Una alternativa inteligente? Añadir un paquete de excursiones prepagado al momento de reservar. ¡Muchos viajeros lo hacen para ahorrar y evitar gastos sorpresa!
¿Y las propinas?
Este es un punto que genera muchas dudas. Las propinas o tasas de servicio suelen cobrarse automáticamente, a razón de unos 10-20€ por persona y día.
En navieras de lujo o con tarifas todo incluido reales, ya están incorporadas. Pero en la mayoría de cruceros, aparecerán en tu factura final a bordo, salvo que lo aclares o las prepagues.
¿Cuánto cuesta un “todo incluido”… si no lo tienes?
Si no contratas un paquete de bebidas o extras, es fácil que los costes a bordo sumen más de lo previsto. Aquí tienes algunos precios estimativos que puedes encontrarte en un crucero estándar, claro que esto depende íntegramente de la naviera:
- Refrescos (Coca-Cola, Sprite, etc.): entre 3 € – 5 € por unidad
- Botella pequeña de agua: 2,50 € – 3,50 €
- Café espresso o especialidad: 2,50 € – 7 €
- Copa de vino de la casa: 5 € – 9 €
- Cerveza (botella o barril): 7 € – 10 €
- Cocktail: 9 € – 15 €
- Wi-Fi (paquete diario): entre 15 € – 35 € por día
- Propinas automáticas: entre 10 € – 20 € por persona y noche
Como ves, incluso consumiendo con moderación, el gasto diario puede superar fácilmente los 50 € por persona. En una semana de crucero, eso supone más de 350 € por pasajero solo en extras básicos. En ese contexto, los paquetes prepagados no solo aportan tranquilidad, sino también ahorro real.
¿Quién debería contratar un “todo incluido”?
No se trata solo de cuánto estás dispuesto a gastar, sino de cómo prefieres viajar. Las tarifas todo incluido son perfectas para quienes quieren tenerlo todo previsto desde el momento de embarcar. Evitar preocupaciones, controlar el presupuesto y concentrarte en lo verdaderamente importante: disfrutar del viaje.
Es una opción especialmente recomendable para:
- Viajeros que valoran la comodidad y la previsión: ideal para quienes no quieren pensar en cada gasto adicional.
- Parejas en luna de miel o escapadas románticas: más tranquilidad, más intimidad, más disfrute.
- Amantes del vino, los cócteles o la gastronomía: si vas a probarlo todo, ¡mejor que esté incluido!
- Quienes desean viajar sin pensar en la cuenta final: planificación cerrada, sin sorpresas.
- Personas que buscan relax, servicio y detalles: todo fluye cuando todo está resuelto.

¿Y quién no necesita un “todo incluido”?
No todos los viajeros sacan provecho de este tipo de tarifas. Hay perfiles para quienes un paquete completo puede no compensar, especialmente si su estilo de viaje es más flexible, independiente o económico.
En estos casos, pagar solo por lo que se usa puede ser más rentable:
- Familias que consumen poco: si no se bebe alcohol y refrescos y se pasa mucho tiempo fuera del barco, podríais ahorrar el extra.
- Viajeros que prefieren excursiones por libre: pueden ahorrar organizándose por su cuenta.
- Personas que no utilizan internet en vacaciones: el Wi-Fi incluido se vuelve irrelevante.
- Aventureros minimalistas: viajan con lo justo, no buscan lujos ni extras.
Consejos para elegir bien
No todos los viajeros son iguales, ni todos los cruceros todo incluido ofrecen lo mismo. Por eso, antes de reservar, es fundamental detenerse a pensar qué tipo de experiencia estás buscando.
Un buen crucero no empieza cuando embarcas, sino cuando decides cómo quieres vivirlo. Y esa elección, entre paquetes, tarifas y navieras, puede marcar la diferencia entre unas vacaciones correctas… o memorables.
Estos consejos pueden ayudarte a tomar la decisión más acertada:
- Analiza tu estilo de viaje: ¿Relax o actividad? ¿Gastronomía o rapidez? ¿Conectado o desconectado?
- Haz números reales: suma cuánto gastarías en bebidas, propinas y extras si no están incluidos
- Pregunta y compara: no todos los “todo incluido” ofrecen lo mismo
- Lee la letra pequeña: las condiciones cambian y las promociones tienen excepciones
- Confía en agentes especializados: en SoloCruceros.com te asesoramos con claridad

Conclusión: El “todo incluido” es más que una tarifa… es una forma de viajar
Más allá del presupuesto, elegir un crucero con todo incluido, o sin él, es una decisión de estilo, de preferencias personales y de cómo quieres vivir tu travesía. Hay quien disfruta descubriendo cada rincón del barco y eligiendo a la carta qué experiencias sumar. Y hay quien prefiere olvidarse de todo, sabiendo que cada detalle, desde el vino que acompaña la cena hasta el masaje del tercer día, está ya resuelto.
En los cruceros económicos, lo “incluido” puede ser la puerta de entrada a un viaje inolvidable, pero cada experiencia adicional tiene su precio. En las navieras premium, los paquetes combinan flexibilidad y confort, y requieren elegir con criterio. En los cruceros de lujo, el verdadero valor no está solo en lo que se ofrece, sino en cómo se ofrece: sin complicaciones, sin facturas al final del día, sin pensar en lo que falta.
Viajar con todo incluido es, ante todo, viajar con tranquilidad. Con la certeza de que lo esencial, y lo extraordinario, ya está previsto. Que cada copa servida, cada cena iluminada por el océano, cada sonrisa del personal, ya forma parte de lo que has elegido.
Por eso, saber lo que incluye un crucero no es un detalle técnico. Es una forma de anticipar tu experiencia. De imaginar lo que vendrá. De evitar sorpresas… y de multiplicar momentos inolvidables.
Y en SoloCruceros.com, llevamos años acompañando a miles de viajeros en esa decisión. Escuchamos, comparamos, y proponemos solo lo que encaja con lo que tú estás buscando. Sin letra pequeña. Sin trucos. Con experiencia y con pasión.
Porque el viaje empieza mucho antes de embarcar. Empieza con una conversación, con una pregunta bien hecha, con una guía como esta. ¿Quieres hablar con alguien que de verdad conozca los barcos, las tarifas, las diferencias y los pequeños secretos que hacen grande un viaje? Estamos aquí, ¡contáctanos hoy!
















